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Lavadora
¿Mal olor? ¿Ropa gris?
Tu lavadora te garantiza una higiene impecable. Se merece que la limpies de vez en cuando ¿no? Seguramente no te das cuenta pero el tambor remueve la ropa y su suciedad. Lo primero es que te acuerdes de dejar la puerta entreabierta para evitar el “efecto invernadero” en el interior de la cuba. En un entorno cerrado y húmedo, las bacterias y los malos olores se reproducen a sus anchas.
Otra norma básica: es bueno no dejar agua estancada en la parte de goma que hay alrededor del tambor después de un ciclo de lavado. ¡Venga, una pasada con la esponja se hace rápido!
Un ciclo de lavado a 85º una vez al mes permite mantener tu electrodoméstico “limpio”. Aprovecha para lavar la ropa “blanca”: ¡trapos y toallas saldrán relucientes! Utiliza dos veces al año un producto de limpieza para un mantenimiento más efectivo de tu lavadora entera (aprovecha, ya que ese mismo producto vale también para el lavavajillas). Elimina la cal y la grasa cuidando el interior de tu electrodoméstico.
Lavavajillas
Cuídalo con agua dulce…
La longevidad de tu electrodoméstico depende en gran parte de su instalación. Regula el suavizante de agua de tu lavavajillas en función de la dureza del agua de tu ciudad. Si no lo has hecho, hazlo, ¡nunca es demasiado tarde! Es importante porque tu lavavajillas funciona con agua endulzada, es decir, sin cal, gracias a la sal regeneradora. Si tus vasos están opacos, es posible que el suavizante esté mal regulado.
Se acabaron los malos olores
¿Un persistente mal olor sale de tu lavavajillas? Empieza por limpiar el filtro para quitar los residuos de alimentos. ¿Mejora? ¿Ves? ¡Es sencillo! Y si lo repites con regularidad, muy eficaz.
¿Tu vajilla tiene manchas blancas? Eso es sin duda porque a tu lavavajillas le falta sal regeneradora. Comprueba el nivel. A veces incluso no hace falta ni abrir: te lo indica. Llena el depósito si fuese necesario.
¡Limpio y claro!
¿Lavas los biberones del bebé en el lavavajillas? Para limpiar la cuba de tu lavavajillas a fondo, pon un ciclo a 70º para asegurarte de que esté perfectamente limpia. Aparte, dos veces al año, limpia tu lavavajillas con un producto adecuado (el mismo que para la lavadora). ¡Sin cal y sin grasa, tu electrodoméstico funcionará mejor y durará más!
Secadora
¡Regla de oro!
Recuerda que el (o los) filtro(s) de tu secadora se deben limpiar después de cada uso. Simplemente quita el polvo con la mano. ¡Cuidado, nunca uses agua, podrías dañar tu electrodoméstico!
¿De evacuación?
De vez en cuando, recuerda comprobar el tubo de evacuación de la pared. Asegúrate también de que la reja que se encuentra en ese nivel esté limpia.
¿De condensación?
Recuerda vaciar también la cubeta de agua. Esto evitará que tu secadora se pare en pleno ciclo cuando la cubeta esté llena. Limpia el condensador. ¿Qué es? Es esa pequeña pieza primordial pero casi siempre desconocida por los usuarios. Mira la foto de la izquierda. Contrólala regularmente y límpiala bajo la ducha. Unas simples motitas de polvo pueden reducir de forma considerable la eficacia de tu secadora.
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