Un frigorífico es un electrónico electrodoméstico (por su tamaño un enorme electrodoméstico), que trabaja por lo general con electricidad y que utiliza la refrigeración para proteger los comestibles. Su creación data de 1867 cuando Charles Tellier creó el primer frigorífico.
El frigorífico es uno de los electrodomésticos más indispensables de la cocina, puesto que guarda frescos los comestibles antes de su consumo. No todos los frigoríficos son iguales, en funcionalidad de los deseos y pretenciones hay diferentes tipos y tamaños que se amoldan a cada circunstancia.
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Frigorífico americano
Los frigoríficos americanos son un tipo de frigorífico más anchos que los comúnes, tienen ámbas puertas del mismo tamaño y una sección de una de ellas tiene a su vez una chiquita puerta donde está el congelador. Esta clase de frigoríficos, si se tiene espacio para colocarlos, son muy recomendables para hogares con varios integrantes y que por consiguiente, se hace una adquisición más grande.
Los frigoríficos americanos son diferentes de los dos puertas
Precaución en el momento de buscar un frigorífico, porque la terminología, si no lo vemos puede confundirnos. Esos frigoríficos tan enormes que siempre quedarían tan bien en una cocina ideal como las que van en las películas no se los conoce como «frigoríficos de dos puertas». Los frigoríficos de dos puertas mencionan a cuando, en una sola torre hay dos compartimentos diferentes, que acostumbran corresponder a la parte de frigorífico y a la de congelador.
Los frigoríficos enormes que llenan tanto espacio y tienen además dos puertas, pero en sentido vertical, se los conoce como americanos.
Los frigoríficos americanos tienen la posibilidad de tener diferentes tamaños y los compartimentos tienen la posibilidad de estar divididos de numerosas formas de acuerdo con la anchura del frigorífico, el modelo o el desarrollador. Puede suceder que una de las puertas sea más estrecha que la otra y se dedique en su integridad a la funcionalidad de congelador.
Cómo instalar tu frigorífico americano
1. El entorno de tu frigorífico americano
Clase energética
Tu electrodoméstico está concebido para funcionar de forma óptima a cierta temperatura (clase climática). Está indicada en la placa señalizadora ubicada en el interior del frigorífico.
- Templado (N): tu electrodoméstico funciona perfectamente en una habitación cuya temperatura oscila entre 16º y 32ºC.
- Subtropical (ST): funciona correctamente cuando la temperatura ambiente oscila entre los 18º y los 38ºC.
- Tropical ampliado (SN-T): tu electrodoméstico se puede instalar en una habitación cuya temperatura varíe entre los 10º y los 43ºC.
Si excedes esas temperaturas, las prestaciones de tu electrodoméstico disminuyen: el poder de refrigeración del electrodoméstico disminuye, afectando de esta manera a la conservación de los alimentos.
Lugar de instalación
- Coloca el electrodoméstico en una habitación seca y ventilada, cerca de una tubería de agua para que funcione el surtidor.
- Mantén tu electrodoméstico alejado de las fuentes de calor como la cocina, la estufa, el radiador, la luz solar. Esto evitará un consumo excesivo de energía.
Ventilación
Para garantizar que hay una buena circulación de aire alrededor del frigorífico, deja suficiente espacio por los lados y por encima del electrodoméstico, y un intervalo de 5 cm entre la parte trasera de la unidad y la pared.
Nivelado
Tu frigorífico americano debe estar nivelado y en una posición estable. Si el suelo no es perfectamente horizontal, ajusta la altura de las patas del electrodoméstico de forma que quede bien equilibrado.
Sabías que: si inclinas ligeramente hacia atrás tu frigorífico americano facilitarás el cierre de las puertas y evitarás un consumo excesivo de energía.
2. Tu instalación eléctrica
Ten en cuenta que debe estar conforme a la normativa. Para asegurarte, compara los datos de conexión (tensión, frecuencia) que figuran sobre la placa señalética del electrodoméstico con las de la red eléctrica de tu hogar.
En caso de que no coincidan, las conexiones eléctricas debe realizarlas un técnico cualificado, conforme a las instrucciones del constructor y a la normativa en vigor en materia de seguridad.
Conecta siempre tu electrodoméstico a una toma de tierra. No utilices alargadores ni regletas. Asegúrate de que la toma de electricidad y el cable eléctrico son fácilmente accesibles. Este último no debe estar ni doblado ni aplastado por el electrodoméstico.
3. La llegada de agua
Si tu electrodoméstico tiene un surtidor de agua y de hielo debes conectarlo a una tubería de agua potable (el largo de la tubería no debe sobrepasar los 8 metros). No te olvides de instalar el filtro de agua.
Es importante saber que la fabricación automática de hielo necesita una presión mínima de agua (147 kPa). Esto equivale a llenar un vaso de plástico en 3 segundos. Si la presión del agua no alcanza los 147 kPa, es necesario añadir a tu instalación una bomba para permitir la fabricación automática de hielo.
4. Antes de usarlo por primera vez
Limpieza
Antes de almacenar tus alimentos en el frigorífico americano, retira los elementos de seguridad para el transporte. Limpia bien el interior del electrodoméstico y sus accesorios con agua tibia y líquido lavavajillas. Sécalo cuidadosamente con un paño suave.
Puesta en marcha
Ajusta el termostato en posición intermedia. Carga el frigorífico con algunas botellas llenas. Su presencia favorecerá la bajada de temperatura. Una vez que llegue a la temperatura adecuada, llena el electrodoméstico y ajusta el termostato.
Cómo hacer un buen uso de tu frigorífico americano
Frigorífico y congelador: la temperatura adecuada
Tu frigorífico americano te garantiza que tus alimentos se mantienen frescos. Para consumirlos con total tranquilidad, es importante que elijas la temperatura correcta de conservación.
En la zona fría, asegúrate de que el “compartimento de frío” (compartimento para carne), esté a una temperatura comprendida entre los 0 y los 4ºC. Los productos del congelador deben mantenerse a una temperatura de -18ºC.
La tecla “SUPER”
Las teclas de “enfriado rápido” o de “congelación rápida” permiten bajar la temperatura del frigorífico o del congelador para enfriar lo más rápido posible los productos que acabamos de comprar. Está especialmente indicado activarlo cuando almacenas grandes cantidades de alimentos.
Es importante saber que para congelar los alimentos frescos puedes activar la súper congelación unas horas antes de guardarlos. De esta manera, la congelación será de mejor calidad ya que se hará más rápidamente.
Leer antes de almacenar
Las etiquetas de los productos alimenticios te dan todas las indicaciones para conservarlos bien:
- ¿Necesitan frío?
- ¿Cuáles son las recomendaciones para una conservación óptima (duración, temperatura…)?
- ¿Cuál es la fecha límite para consumir los productos frescos que no han sido abiertos o para los productos congelados (“consumir antes del”, “consumir preferentemente antes del”)?
Truco: para que no te caduquen los productos, guárdalos por orden de consumo…los prioritarios delante en la balda.
Guardar bien para conservar bien
Botellero, cajón de verduras, cajón para carne, huevera…El frigorífico americano tiene compartimentos específicos para ciertas categorías de productos. Es perfecto para colocar los alimentos en la zona que mejor se adapta a sus exigencias de conservación.
Truco: para los productos que se venden por packs, retira el envoltorio ya que hace de barrera contra el frío. Además, no cargues en exceso el frigorífico para que el aire circule entre los alimentos.
En el congelador, es especialmente apropiado el uso de bolsas de congelación o de recipientes de plástico adaptados. Este tipo de envoltura es hermética y protege tus alimentos al evitar que se sequen y pierdan vitaminas. Nunca congeles un alimento ya descongelado, podría afectar a su sabor, a sus propiedades nutritivas e incluso a su frescor.
Truco: para congelar grandes cantidades de un alimento, repártelo en varios paquetes. De esta manera, la congelación será de mejor calidad ya que se hará más rápidamente, y se descongelará más eficazmente.
No olvides: no introduzcas productos calientes en el frigorífico o en el congelador. No solo conservarás los productos ya almacenados sino que evitarás un consumo excesivo de energía.
Nuestros consejos para ahorrar energía
Has elegido un frigorífico americano de clase energética A, ahorrador y respetuoso con el medioambiente. Solo necesitas unos sencillos pasos para seguir con este propósito… Ten en cuenta que una buena instalación y un buen mantenimiento limitan el consumo de energía de tu frigorífico-congelador.
Conserva el frío interno del electrodoméstico:
- Deja que se enfríen los platos cocinados antes de meterlos en el frigorífico.
- Cierra rápidamente las puertas del electrodoméstico.
- Comprueba que se cierra bien herméticamente cerrando la puerta con una hoja de papel (si tiras de ella y sale con facilidad, debes cambiar la junta).
Trata bien tu electrodoméstico:
- Colócalo en un entorno seco y ventilado, lejos de fuentes de calor.
- Evita cualquier riesgo de recalentamiento respetando una distancia de 5 cm hasta la pared.
- ¿Eres previsor? Cuando descongeles un producto, colócalo en el frigorífico (contribuye a que se enfríe el frigorífico y no necesitas utilizar el microondas).
¿Tu electrodoméstico no dispone del sistema de frío ventilado? Limpia la escarcha de tu congelador de vez en cuando.
Todo lo que debes saber para comprar tu frigorífico americano
¿Un frigorífico americano? Sueñas con él. Diseño, facilidad de uso, gran volumen de almacenamiento… Está claro, este 2 en 1 tiene herramientas para seducir. ¿Quieres ceder a tu impulso de compra? Coge bien las medidas de tu cocina y de tu puerta. Los frigoríficos americanos suelen tener medidas superiores a las normales, no sólo desde el punto de vista del ancho sino también de la profundidad.
No te preocupes si estas medidas exceden un poco porque las puertas del frigorífico americanos se desmontan para poder entrar mejor por las puertas de la casa.
Frío ventilado, ajustes electrónicos, teclas super, cajones con temperatura y humedad variables… Los frigoríficos americanos tienen tantas características que permiten optimizar la conservación de los alimentos. Para más seguridad aún, la alarma de temperatura (visual o sonora) te informa de cualquier anomalía. ¡Es ideal para asegurarte de que la cadena de frío no se ha roto! Y para mantener una buena higiene del electrodoméstico, la mayoría de los modelos de frigoríficos tienen un revestimiento o filtros antibacterianos.
Es bueno saber que todos los frigoríficos americanos son de frío ventilado total (integral). ¡Se acabó la tarea del descongelado! El frío ventilado, también conocido como no frost, elimina el exceso de humedad del aire para evitar la formación de escarcha. Además, la ventilación permanente permite propulsar el aire frío de manera uniforme por todas las zonas del electrodoméstico. Al no sufrir variaciones térmicas, los alimentos se conservan perfectamente, entre otras cosas porque este procedimiento permite un retorno muy rápido al frío después de cerrar la puerta.
El dispensador de agua y hielo integrado está colocado en el lado del congelador y te permite tener constantemente agua fresca (¡y filtrada por supuesto!), hielo picado o incluso cubitos. Para ello, debes tener conectado tu frigorífico a una tubería de agua y a un cartucho filtrador.
¿Te preocupa cuidar el medio ambiente? ¿Quieres ahorrar? La etiqueta energética te informa de las prestaciones del electrodoméstico. Un frigorífico con etiqueta A consume poca energía y por tanto ayuda a ahorrar. Algunos electrodomésticos son incluso A+ o incluso A++. ¡Estos últimos consumen hasta un 40% menos que un frigorífico de clase A!
Los frigoríficos americano dotados de una zona ultrafría te permiten conservar los alimentos más delicados (carne, pescado) en un cajón hermético a una temperatura comprendida entre los 0ºC y los 4ºC. Así se tiene un entorno óptimo dentro de la nevera, que permite mantener una temperatura y una humedad constantes, ofreciendo de esta manera las mejores condiciones posibles para conservar el frescor de tus alimentos durante más tiempo.
Autonomía
Solamente se refiere a la parte del congelador. Su función es proteger los alimentos en caso de corte de luz o de avería. Hoy en día, un frigorífico americano tiene una autonomía que puede estar entre 5 a 20 horas, tiempo durante el cual tus congelados se conservarán en perfecto estado. Es preferible elegir un frigorífico con una autonomía alta.
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