La etiqueta energética de un frigorífico exhibe, antes que nada, el desarrollador y el modelo. Debajo hace aparición la escala completa de la clase energética con sus respectivas letras y colores identificativos. La etiqueta transporta una marca en la clase que se corresponde con ese modelo de frigorífico.
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El siguiente apunte que estamos es el consumo de energía del electrodoméstico. Esta cifra hace aparición medida en kilowatios en el momento (kWh) y al año. Está calculada sobre el resultado obtenido en la prueba del frigorífico a lo largo de 24 horas. Además, hace aparición un reducido mensaje de anuncio, por las probables diferencias con el consumo real que lleve a cabo el frigorífico con el marcado en la etiqueta:
- «El consumo real es dependiente de las condiciones de utilización del electrónico y de su ubicación»
Tras esta observación, se marcan el volumen del frigorífico para comestibles frescos, el de comestibles congelados y la clase climática. Esta más reciente se refleja en «estrellas» o «copos de nieve». Todas estos símbolos sugiere 6ºC y tiene relación a la temperatura mínima a la que se puede sostener la comida. Cuantas más «estrellas», menos grados, y por consiguiente, más tiempo se conservarán los comestibles en el congelador.
El ruido que produce el frigorífico además se sugiere en la etiqueta energética. Es una propiedad regulada y se mide en decibelios (dB).
Para finalizar la lectura de la etiqueta energética, observamos donde logramos hallar más detalles debido al mensaje:
- «Ficha de información descriptiva en los folletos del producto»
Por último, se sugiere la norma que impone el reportar de estas propiedades con la bandera de la Unión Europea.
La novedosa etiqueta energética para los frigoríficos y congeladores
La novedosa etiqueta energética que observaremos desde el mes de enero de 2012 tiene dentro un nuevo aspecto y composición que hace más identificable sus elementos.
Está encabezada por el logo de la Unión Europea (que antes se mostraba al final) y la palabra energía redactada en numerosos lenguajes.
Debajo hace aparición la marca y el modelo del frigorífico dispuestos en horizontal en lugar de en sentido vertical como antes.
Lo siguiente que observamos es la escala de la clase energética. Aquí podemos encontrar dos etiquetas:
- La de 10 clases, donde se suman a las siete ya conocidas, desde la A a la G, las A+++, A++ y A+. Estas se colocan como las más eficaces por arriba de la A, dejando a las clases entre la D y la G como las menos eficaces en color rojo.
- La de 7 clases, donde la escala se compone por las clases A+++, A++, A+, A, B, C y D, descartando las clases E, F y G.
En alguno de ámbas, la etiqueta transporta una marca en la clase que le corresponde al frigorífico mencionado. El siguiente elemento que observamos es la palabra energía otra vez redactada en numerosos lenguajes a la izquierda y un recuadro a la derecha que sugiere el consumo de energía del frigorífico o del congelador. Es un valor expresado en kilowatios en el momento (kWh) y al año.
Debajo se muestran tres iconos que representan tres propiedades del frigorífico:
- El primero (un envase) sugiere la aptitud, indicada en litros (l).
- La segunda marca (copo de nieve) representa la clase climática del frigorífico. Se refleja en «estrellas» o «copos de nieve». Todas estos símbolos sugiere 6ºC y tiene relación a la temperatura mínima a la que se puede sostener la comida. Cuantas más «estrellas», menos grados, y por consiguiente, más tiempo se conservarán los comestibles en el congelador. Está medido además en litros.
- El tercer icono (ondas de un altavoz) tiene relación al ruido, expresado en decibelios (dB).
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