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Has dicho planchado, no replanchando
Cuando la tarea se vuelve placentera
La sesión de planchado debe ser rápida. El resultado, impecable. Para conseguir estos objetivos, el generador de vapor y el centro de planchado serán tus juguetes preferidos. La pila de ropa arrugada ya no te volverá a asustar. Al contrario, gracias a la acción del vapor y a la fluidez de la plancha, la caza de la arruga se convierte más bien en una distracción. Verlas desaparecer tan fácil y tan rápido te sorprenderá cada vez.
El vapor… ¡qué felicidad!
Los tejidos no aprecian un calor excesivo. Para darles un mejor cuidado, es inevitable que uses el vapor. Hidrata las fibras y las hace más elásticas. Cuanto más grande sea el chorro de vapor, más fácilmente se quitan las arrugas. Incluso procedimientos como el “vapor iónico” permiten optimizar su acción. Se acabó el hacer varias pasadas por el mismo sitio con la plancha. Recuerda: cuanto menos contacto con el calor, menos sufren los tejidos. Además, una base de buena calidad te ayudará a conservar tu ropa.
Generador de vapor: un concentrado de eficacia
Sacado del entorno profesional, el generador de vapor es una pequeña joya. Con una rapidez desconcertante, produce todo el vapor que necesitas. Bajo el efecto de la presión, este penetra en el corazón de la prenda y elimina la humedad. La base del generador calienta menos que la de una plancha tradicional. ¡Se acabó el dejar marca en tu ropa! Es perfecto para salir a trabajar con una camisa aparente, tu generador estará operativo en un tiempo record. También es muy práctico para el planchado vertical.
Centro de planchado: cada vez más prestaciones
Imagina una tabla de planchar que te ayuda en las operciones más delicadas como la raya de los pantalones. Imagina que te facilita también el planchado de los tejidos más frágiles. Y si te decimos que además te permite ganar tiempo. Es así, el centro de planchado es capaz: las funciones activas de esta tabla (aspiración, soplo y bandeja calentadora) se asocian al vapor a alta presión y completan la acción de la plancha…¡El resultado es espectacular!
Lavar mejor para planchar menos
Te enseñamos algunos trucos que debes aplicar en el momento del lavado para que tu ropa se arrugue menos. Antes de meter la ropa en el tambor, dóblala (de cualquier manera): esto evitará que se haga una bola durante el ciclo. No sobrecargues el tambor: la ropa necesita espacio no sólo para lavarse bien sino también para un buen centrifugado y menos arrugas. Para un ciclo de centrifugado adaptado, respeta las indicaciones de la etiqueta. ¿Ha pitado el final del ciclo de lavado? No tardes en tender la ropa y así no tendrá tiempo de arrugarse. ¡Para sincronizar bien, programa un arranque diferido!
Las buenas costumbres después del lavado
La ropa está limpia, ahora le toca secarse. Hay una serie de sencillos gestos para que se arrugue menos. Antes de tenderla, sacude la ropa para enderezar las fibras. Después ponla a secar en las mejores condiciones. Elige un buen emplazamiento: una habitación demasiado caliente o una exposición al sol vuelve la ropa áspera (y las arrugas son más difíciles de eliminar). Si la dejas secar demasiado tiempo ocurre lo mismo. Tiende las camisas y camisetas en perchas. Los tejidos delicados o demasiado pesados deben tenderse en superficies planas. Para aquellos que tengan un tendedero, lo ideal es tenderla ahí. ¡Es con diferencia el mejor medio para reducir tus ratos de plancha!
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