A diferencia de la sartén, la freidora no necesita estar pendiente de ella cuando freímos algo, basta con echar los alimentos en el cesto e introducirlos en el depósito lleno de aceite. Por ello, usar una freidora es más rápido y cómodo, además de tener más capacidad.
Su funcionamiento es sencillo. En el tanque o depósito se echa el aceite en la medida que corresponda y nos indique cada modelo. Se calienta hasta que el indicador avise de que se ha llegado a la temperatura óptima. Entonces, se ponen los productos que queramos freír en el cesto y se introduce en el tanque de aceite.
La freidora suele tener una tapa que hay que cerrar mientras se fríen los alimentos para que no salga el humo de golpe. Estas tapas incorporan unas ranuras por las que expulsan ese vapor. Si colocamos la freidora debajo de la campana, podemos incluso hacer que esta absorba el humo del aparato para que no se concentre la grasa en nuestra cocina. En el caso de que no podamos situarla debajo de la campana, vale con colocarla cerca de una ventana abierta.
Cada modelo nuevo de freidora que sale al mercado es más moderno e incorpora nuevas funciones. La fabricación va orientada cada vez más a su ligereza, su fácil limpieza y a incluir todo tipo de avisos para que no se nos queme la comida y sea más sencilla su utilización.
- Uno de los mejores materiales para limpiar la freidora es el acero inoxidable. Si además, incorpora un cesto y una cubeta desmontables, será mucho más sencillo limpiarla y mantenerla sin grasa a menudo.
El control de la temperatura suele hacerse a través de un mando o rueda giratoria. En ella se indica la temperatura adecuada para cada tipo de alimentos. De esta forma, se ahorra energía y evitamos que las frituras se nos quemen o se queden crudas.
El aceite puede ser reutilizable y algunos modelos de freidora incorporan filtros para mantenerlo más limpio y poder usarlo más tiempo. También hay que tener cuidado porque si no se cambia cuando corresponde, puede adquirir un sabor rancio y estropear la comida.
Algunas recomendaciones a seguir para optimizar el proceso de cocina con la freidora son:
- No mezclar aceites, ni de diferentes tipos ni los que se hayan usado para cosas distintas. Por ejemplo, es conveniente guardar por un lado, el aceite usado para unas rabas de calamar, y por otro, el de unas alitas de pollo. Si freímos patatas, el sabor que estas dejan es mínimo, por lo que se puede reutilizar para cualquier otro alimento.
- Evitar que los alimentos tengan agua o estén húmedos para que no salte el aceite y corramos riesgo de quemarnos.
- Respetar las temperaturas recomendadas para cada tipo de productos. Así protegemos el electrodoméstico y evitamos que se nos queme la comida. Tampoco hay que dejar la freidora a la máxima temperatura demasiado tiempo, porque puede dañar su funcionamiento.
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Cómo utilizar tu freidora
Algunas medidas de seguridad importantes
Utilizar una freidora implica manejar aceite hirviendo. Debes cumplir con algunas medidas de seguridad.
- Nunca enciendas la freidora si la cuba está vacía o si el aceite está por debajo del límite mínimo requerido.
- No utilices ni guardes nunca la freidora en el exterior.
- Nunca dejes agua en el fondo de la cuba cuando la rellenes. Podría producir salpicaduras y una emulsión brutal del aceite.
- Cambia siempre el aceite si hace espuma al calentarse, si tiene un olor o un sabor rancio, si está oscurecido o parece sirope.
- Nunca mezcles distintos aceites o materias grasas y nunca añadas aceite o grasa nueva a un aceite ya usado.
- Si oyes ruidos en la cuba después de haberla usado, cambia el aceite de la freidora.
- Nunca cierres la tapa mientras el aceite se esté enfriando. Podría condensarse en la tapa y provocar salpicaduras y desbordamientos.
¿Qué aceite utilizo?
Te recomendamos que utilices aceites o materias grasas líquidas especiales para freír, a ser posible aceites vegetales como el de soja, de cacahuete, de maíz o de girasol. El aceite y las materias grasas pierden sus propiedades rápidamente. Por eso hay que cambiarlo a menudo (cada 10 o 12 usos). ¿Quieres utilizar materias grasas sólidas? Derrítelas primero en otro recipiente.
Haz unas buenas patatas fritas
Si están congeladas, quítales el hielo y espera a que el aceite esté suficientemente caliente antes de echarlas. Echa menos cantidad que si fuesen frescas. Al calentarlas liberan agua, el aceite cuece más y podrían saltar.
Si son frescas, elige patatas duras y córtalas en forma de bastoncillos. Lávalas con agua fría. De esta manera no se quedarán pegadas mientras se fríen. Sécalas bien. Las patatas se fríen en 2 etapas:
- La primera a 160ºC durante 4 a 6 minutos.
- La segunda a 175ºC durante 5 a 8 minutos.
Deja que se enfríen entre la primera y la segunda etapa.
Después de cocinarlas
Saca suavemente la cesta de la freidora. Sacúdela por encima de la freidora para eliminar el exceso de aceite o de grasa. Coloca los alimentos que hayas frito en un plato o en un colador con papel absorbente. Si no utilizas la freidora habitualmente te recomendamos que saques el aceite o la materia grasa y lo guardes en un recipiente cerrado, a ser posible en el frigorífico o en un lugar fresco.
Cuidado y limpieza
Deja que el aceite o la grasa se enfríen durante 4 horas antes de limpiar o de mover la freidora. No utilices productos de limpieza abrasivos ni estropajos para limpiarla. No sumerjas el cuerpo de la freidora en el agua ya que podrías dañar los componentes eléctricos y la resistencia. Generalmente se pueden lavar todos sus componentes en el lavavajillas, excepto la unidad eléctrica. En caso de que algo de grasa se quede pegada, te recomendamos que dejes la cesta en remojo antes de meterla en el lavavajillas.
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