PayPal es un medio de pago online que no cuesta absolutamente nada al cliente. Debemos disponer de una cuenta en este sistema y en ella, o bien disponemos de fondos, o bien la tenemos asociada a una tarjeta bancaria o cuenta corriente de donde se cobrarían las compras.
Cuando elegimos este medio de pago, nos conectamos con nuestro usuario y contraseña y la transacción se tramita de forma rápida y segura. Si se tuviera algún tipo de problema, la reclamación la tendría que hacer el comprador a Paypal y estos resolverían la incidencia.
Cuenta con la ventaja de ser completamente seguro y que da la tranquilidad de un soporte que «pelea» las incidencias por ti si se produce cualquier problema. Si no te fías de asociarla a tu cuenta bancaria o tu tarjeta de crédito/débito, puedes añadir fondos para usarla como «cuenta monedero». De esta forma, tan solo tendrás la cantidad que desees y el resto de tus ahorros no correrán ningún tipo de riesgo en caso de que se produzcan errores, intrusiones, etc.
Pero para poder usar Paypal es necesario tener una cuenta en este sistema. Es muy fácil registrarse y es totalmente gratuito, pero no todo el mundo la tiene. Normalmente, una persona acaba haciéndose una cuenta Paypal cuando se encuentra con un site de compras que usa este medio de pago. Al ser tan rápido, instantáneo y seguro, compensa emplear unos minutos en el registro para realizar los pedidos.
Cada vez son más las webs de compras que permiten tramitar con Paypal el pago.
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